1. m. Arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que a veces es disimulable por nacer de causas nobles y virtuosas.
Hay quien piensa que a veces es necesario, pero a mi entender no es más que un gran defecto del ser humano.
Muchas veces he escuchado, "un poco de orgullo siempre es necesario", yo diría que un poco de amor propio a veces es necesario, orgullo nunca. Partiendo de la acepción de ésta palabra según la RAE me atrevo a afirmar que el orgullo siempre sobra.
Es cierto, hay veces que necesitas un poco de amor propio, es decir, no siempre se puede perdonar o consentir todo, el problema es cuando nos pasamos al exceso y llegamos al orgullo, a fallar y no disculparnos o no reconocerlo porque nosotros estamos por encima, o a que te fallen y no ser capaz de perdonar por el mismo motivo, o mejor dicho por ese único motivo.
Yo a parte de la definición de la RAE, añadiría que la culpa del orgullo la tiene también la inmadurez. Los años nos enseñan que el orgullo y recalco "exceso de estimación propia" sobra siempre. Y no confundamos, con esto no quiero decir que se deba perdonar todo, cuando una persona te demuestra que no le importas, puedes perdonar la ofensa pero jamás volverás a estar con esa persona como antes, pero eso no es orgullo, es cordura.
El problema radica cuando realmente a esa persona sí le importas y lo sabes, y te pide perdón, pero esa sensación de superioridad y de estar por encima te nubla la vista y no eres capaz de ver que vas a perder algo importante por una nimiedad en la mayoría de los casos.
El problema es aún mayor cuando juntamos a dos personas orgullosas, por mucho que les duela jamás darían su brazo a torcer ninguno de los dos, y como entre tanto orgullo y exceso de amor propio no cabe amor ni cordura, ni madurez que te permita ver lo que estás haciendo, se rompen parejas, amistades, familias... cosas que realmente hacen feliz, pero cuidado no han podido contigo no has pedido perdón o has perdonado...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
m
ResponderEliminar